Los desguaces somos instalaciones sometidas a un estricto control por parte de las distintas administraciones, requerimos de la renovación del parque móvil para el ejercicio de nuestra actividad y dependemos, entre otras razones, del precio de mercado, que ademós no es constante, controlado por parte de otros sectores empresariales, cuya gestión representará una mayor, menor o nula rentabilidad a nuestros servicios ya realizados. Sectores que además también compiten y participan en el desarrollo reglamentario que nos afecta, todo ello unido a que para el desarrollo de nuestra actividad nos vemos sometidos a una férrea competencia económica por el crecimiento de número de centros y aumento del coste de adquisición, y agravado por la pérdida de nuestra materia prima por parte empresas ajenas que desarrollan su actividad sin someterse a las mismas reglas del juego.